La ciudad de Bad Nauheim está situada en la región de Wettereau, a los pies de las colinas del Taunus. Sus aguas ya habían sido apreciadas por sus valores curativos por los celtas y los romanos pero, desde 1835, siguiendo las nuevas corrientes higienistas que dominaron la medicina alemana, se convirtió en un moderno balneario. Bad Nauheim pertenecía al Gran Ducado de Hesse y el Rin, y en los primeros años del siglo XX el gran duque Ernst Ludwig, hombre culto y refinado que promovió la colonia de artistas de Mathildenhöhe en Darmstadt, renovó completamente el complejo. Bad Nauheim se convirtió en uno de los balnearios más prestigiosos de Europa, que se visitaba no solo por motivos medicinales, ya que se había convertido en uno de los centros de reunión social de la aristocracia y de la alta burguesía.
El arquitecto Wilhelm Jost, inspector de arquitectura del gobierno (Grossherzoglicher Regiunginspektor), diseñó el conjunto del establecimiento para lo cual contó con la valiosísima colaboración de una serie de artistas de la Mathildenhöhe. El gran duque invitó a participar en el proyecto a los escultores Heinrich Jobst y Karl Huber, al ceramista Jakob Julius Scharvogel, o a los pintores Johann Josef Belz y Friedrich Wilhelm Kleukens, entre otros. En Bad Nauheim se aplicaron los mismos sistemas de trabajo que en Darmstadt, que buscaban la síntesis entre funcionalidad y diseño.
El espacio central del balneario es la plaza de la Fuente (Sprudelhof) y los edificios adyacentes, todo ello realizado según el proyecto de Wilhelm Jost entre 1905 y 1911. La plaza está centrada respecto a un eje central que comunica directamente con la estación. En el centro se sitúan tres fuentes, obra de Heinrich Jobst, y alrededor, dispuestas simétricamente, hay seis casas de baño, tres a cada lado de la plaza. Las casas de baño constan de una gran entrada de donde salen largos pasillos a cuyos lados se alinean los cuartos de baño. La última casa de baño que se construyó, la número 7, que data de 1909, muestra ya una evolución hacia la simplicidad de diseño que preludia las actuaciones de los arquitectos y diseñadores del Movimiento Moderno.
Pero por encima de la excelente disposición urbanística y de la calidad de su arquitectura, el valor de Bad Nauheim reside en el hecho de que se ha convertido en una de las localidades donde el Jugendstil alcanza uno de sus principales objetivos, conseguir la síntesis de todas las artes.