En la Colonia Roma de México DF, el nuevo barrio de viviendas que acogía a la burguesía, muchas construcciones se adaptaron a las formas sinuosas del Modernismo, que era considerado un símbolo de modernidad. La Casa Prunes, en la calle Chihuahua, 78, es uno de los ejemplos más representativos. Fue construida en 1916 por la compañía dedicada a la promoción de viviendas Arquitectura Prunes. La fachada es el elemento más modernista del conjunto, con unas molduras de piedra onduladas que rodean las puertas y las ventanas. Los interiores son de un gusto mucho más convencional. Cuatro viviendas dispuestas en una sola planta se distribuyen en torno a un patio central.
La restauración, a cargo del despacho de Higuera & Sánchez, la financió en 1999 el Grupo Pegaso y estuvo tutelada por el Centro de Cultura Casa Lamm. La casa mantiene su función residencial originaria, pero ha habido una intervención radical. Se ha mantenido y rehabilitado la fachada pero se han redistribuido los interiores, con capacidad para un número mayor de viviendas que se han distribuido en distintos niveles.