Su producción pictórica como paisajista es bien conocida, pero también se dedicó a la escenografía y a la decoración de interiores. Un ejemplo de esta faceta es la decoración en el año 1902 de la Antiga Casa Figueras (1902; Rambla, 83; actual pastelería Escribà) en Barcelona.
Estudió en la Llotja y se decantó por el género del paisaje de carácter romántico y literario. Su obra como pintor fue reconocida, expuso en la Sala Gaspar y en la Casa del Llibre de Barcelona, y presentó trabajos en las diferentes exposiciones nacionales e internacionales que tenían lugar en toda Europa.
También produjo piezas textiles.