Fue arquitecto municipal de Barcelona y recibió muchos encargos a principios del siglo XX para construir edificios destinados a espectáculos, ámbito que se convirtió en su especialización: el Teatro Apolo (avenida del Paral·lel, 59; totalmente reformado), la restauración del café Edèn Concert (Nou de la Rambla, 12; desaparecido) y el café La Buena Sombra (Gínjol, 3; desaparecido) son algunas de sus obras. Asimismo, en el año 1912 recibió, por el edificio de la Editorial Seguí (1911; Bonavista, 30), el premio que el Ayuntamiento de Barcelona otorgaba cada año al mejor edificio construido en el año anterior.
En su producción destaca la Casa Baldomer Rovira (1899; Rosselló, 24) y su obra capital, el Hotel Colón (1902; plaza de Catalunya; desaparecido), que llama la atención por la aplicación de elementos decorativos de todos los oficios artísticos.
Es el autor de un Tratado de carpintería moderna. Además fue presidente del cuerpo de bomberos de Barcelona.